Quienes somos
54 Spartans somos una empresa que nació hace 7 años y que rápidamente nos hemos expandido hacia Alemania, Reino Unido, Italia, Argentina, Uruguay, Chile y Brasil con gran éxito. Comenzamos realizando aceites para barbas combinando las mejores materias primas que existen, excelencia en los procesos de producción y una fórmula estadounidense para ese fin.
Comenzamos a crecer e incorporamos bálsamos para la barba y shampoo. Trabajamos bien durante varios años, recibiendo pedidos de diferentes barberías y distribuidores en distintas regiones, pero recibíamos innumerables cantidades de mails preguntando si teníamos algún producto para hacer crecer la barba. Ya sea para personas lampiñas o barbudos que no les crecía de manera pareja, así que comenzamos a investigar. Ya sea de productos que ya existían para la barba como así para el cabello. Investigamos durante mucho tiempo este tipo de productos, efectos y componentes. No podíamos ni queríamos utilizar productos químicos o productos que posean efectos secundarios.
Muchos nos hablaban del famoso Minoxidil pero preguntando a usuarios a través de focus groups y personas que lo utilizaron, que no es bueno, especialmente por los efectos no deseados que trae aparejados.
Luego de varios meses de testear a clientes y voluntarios, encontramos la fórmula ganadora. Ya sea en las materias primas como en la producción y hoy, es el principal producto a la venta.
Por haber encontrado la fórmula y los componentes naturales que cumplen su función, comenzamos a explorar el camino para detener la caída del cabello y sí, da resultados concretos en el cortísimo plazo. Tanto en hombres como en mujeres y hoy, seis de cada diez productos que se venden con nuestra marca, son incentivadores de crecimiento.
Hoy hemos desarrollado también cremas antiage, antiacné, exfoliantes, geles y cremas desintoxiacantes. Siempre con la misma premisa. Las mejores materias primas para lograr los mejores resultados.
Nuestra planta esta emplazada en la provincia de Toledo, Castilla-La Mancha. Un lugar emblemático por donde Don Miguel de Cervantes hizo cabalgar a su Don Quijote, que no sabe de imposibles y nos hace soñar.